martes, 26 de marzo de 2019

Funeral en Rieles



Michael Rivera Marín en estos últimos meses presentó su novela llamada “Francisca Macabra (2018)” y un cómic llamado “Nataniel Neira #1 (2019)” (ambos trabajos publicados por El Nautilus Ediciones). En este último toma elementos de “Francisca Macabra”, de la novela gráfica “Atom Candy” de Sergio Alejandro Amira y también de su primea novela, llamada “Funeral en Rieles” del año 2012. Por esto vale la pena leerlo, para entender la manera en que va conectando sus trabajos y además para disfrutar de una novela de terror muy bien elaborada.

La portada de “Funeral en rieles”, donde no conviene hablar de su primera portada (ni siquiera fue del gusto de su propio autor), sino que, de la portada de la segunda edición, ilustrada por Luis Naranjo Rojas, con un tremendo trabajo, donde interpreta de manera perfecta todos los elementos de terror contenidos en el libro.

Para esta novela, Michael Rivera Marín crea una ciudad ficticia llamada “Ciudad Babel”, la cual podremos identificar como algo retro, que recordará nuestra infancia para los que tenemos sobre treinta años, por no existir tantos elementos tecnológicos como lo es en la actualidad y donde los juegos se desarrollaban utilizando al máximo nuestra imaginación. Una segunda lectura la pueden dar los lectores más jóvenes, quienes pueden encontrarse aquí con un escenario post apocalíptico. Lo interesante es que la ficción creada sobre el lugar donde se desarrolla la historia se relaciona a unos seres que custodian la ciudad, una especie de monstruos llamados “merodeadores”, que son temidos por toda la población y un misterioso tren que atraviesa un campo de maíz, del cual corre una serie de especulaciones sobre el contenido que transporta. Los rieles por donde pasa este tren y un puente usado para su trayecto, un grupo de osados niños lo utilizan para sus arriesgados juegos.

La historia o el “terror” comienza cuando un grupo de niños o pre adolescentes, formado por el propio protagonista de 13 años, sus amigos Kike, Coky, Américo y el Shama, en un arriesgado juego que disfrutaban realizar cuando pasaba el tren, ocurre un trágico accidente que le cuesta la vida al Shama. Debido a este dramático suceso, el grupo de amigos se van dando cuenta que se encuentran en medio de un macabro complot, donde la paranoia se toma la mente de ellos, al ver extraños comportamientos en los adultos de la Villa donde viven, lo que lleva a pensar que su amigo no murió por un accidente, sino que alguien provocó su muerte y ven que ese peligro puede volver a caer sobre otro de ellos. Es así como el protagonista relata una serie de misterios que comienzan a surgir en torno a la muerte de su amigo, mientras que comienza a explorar sus sentimientos hacia la propia hermana del Shama, llamada Sofía. La tarea es, por medio de la inocencia juvenil, intentar resolver los enigmas, muchos de ellos sobrenaturales, que existen en ese lugar y que tienen sometida a la Villa por medio del terror hacia sus habitantes, quienes están dispuestos a todo para poder vivir en paz. Ellos son ayudados solamente por dos adultos, el sargento Ferrada, quien investiga el accidente y Claudio, el hermano del Kike.

En algunos pasajes el protagonista (lo menciono así porque como está contado por él, de manera intencionada, el autor no le asigna un nombre para que sea un elemento adicional al misterio del libro), en algunos pasajes del libro se siente estar viviendo en dos dimensiones opuestas, pero unidas para asegurar la existencia mutua…, tal como solía ocurrir en los cómics de Nataniel Neira del cuál es fanático (ojo en este detalle para la lectura del cómic bajo el mismo nombre).

En este mundo ficticio, existe un dios llamado Orestes, del cual se va narrando una historia que tiene que ver con la relación que tiene con los humanos de este lugar y el extraño comportamiento de los adultos.

La novela aborda temas como la relación con los padres, la amistad, amor adolecente, estigmatización de poblaciones periféricas, etc. Esto es un aspecto que ha seguido desarrollando en sus posteriores obras, además de la editorial en la que forma parte, que es hacerse cargo de distintas problemáticas juveniles y sociales. Esto mismo ayuda a que un libro infanto-juvenil pueda ser leído por adultos y en el caso de este libro, se trata de terror para adultos, pero al tener elementos infanto-juveniles, también capta a esos lectores, disfrutando de su historia. Esta fórmula la podemos ver en libros como “IT” de Stephen King o en el cine a través de ET. Aunque el último ejemplo no sea de terror, pero sirve para explicar que una película puede ser transversal cuando a una trama con un contenido potente se agregan personajes infantiles.

Existe un juego de simbología que encontraremos en el tren, referente a los miedos de los habitantes. Simbología de los lugares, los monstruos que custodian los límites de la ciudad. Aparece un monstruo distinto a los “merodeadores”, el cual encontré una cierta comparación a lo que querían enseñar los hermanos Grimm a través de sus cuentos. Tal vez el tren y todos los monstruos son una representación de la maldad propia del ser humano a la manera de metáfora.

Recomiendo este libro para quienes quieran disfrutar de una muy buena historia de terror, con mucho suspenso y varios pasajes de tensión, lo que hará que sea una lectura muy rápida. Además, como he mencionado, sirve para comprender mejor el excelente cómic presentado hace pocos días por su autor, basado en el personaje favorito del protagonista de “Funeral en rieles”.

¿Dónde conseguirlo?

Recomiendo conseguirlo en las distintas ferias donde se encuentre la Editorial Forja, por su conveniente valor. Además, pueden encontrarlo, por medio de préstamo en la Biblioteca Pública Digital:


1 comentario:

  1. Hola! No es muy lo mío, pero aun así lo hallé interesante. Gracias por compartirlo :)
    Un besote ♥

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