lunes, 2 de septiembre de 2019

Horror es humano



Pablo Pinto Canales, autor del libro “Silencio” (2013), sobre cuentos de terror, presenta una nueva colección a través del libro “Horror es humano” (2019), publicado por Áurea Ediciones. Este libro sigue la misma senda que su primera obra, o sea cuentos sobrenaturales, provenientes de escenas cotidianas, donde pronto ocurre algo inesperado, una pesadilla para sus protagonistas y para nosotros los lectores.

La portada presenta el trabajo de Chris Fattori, un genio en ilustraciones de terror, que ha realizado muchos trabajos con autores de este género, donde se puede dar como ejemplo “La maldición Forttia”, trabajando con Michel Deb. En esta ocasión presenta algo similar, ya que, además de su portada, en el interior del libro podremos disfrutar de una ilustración por cada relato de Pablo, así podremos tener una imagen en nuestro cerebro del ambiente al cual estamos entrando.

Los que vamos a encontrar en el libro son espacios muy bien equilibrados entre lo extraño y lo realista. Lo real proviene de personajes basados en lo real, llevando una vida normal, en ambientes normales, por lo general relatados en tercera persona, pero el autor se encarga de dar a conocer hasta los pensamientos más profundos. Pronto en cada relato comienzan a aparecer elementos terroríficos, mezclados con problemas psicológicos o emocionales de cada uno de los personajes. 

“Horror es humano” es un libro corto, de 80 páginas, con 9 relatos que buscan sorprender, donde los ingredientes de horror están sacados de cualquier situación cotidiana y es ahí donde se debe destacar la imaginación que tiene Pablo, gracias a que toda su vida la ha dedicado a la lectura y escritura de terror, logrando captar de manera perfecta ese miedo a lo desconocido.

En algunas ocasiones los relatos presentan a propósito ambigüedades, como no saber si lo que se relata es real o un sueño. Es el caso de “La fiebre de los que mueren”, que comienza con “…creo que son las seis o siete de la mañana, nunca sé muy bien la hora…”. El protagonista tiene un trabajo de día y visita a personas en sueños y las sana por la noche. Nos intenta mostrar lo que siente al llevar la fiebre de los que mueren, la muerte de los que viven. De esta manera el propio lector tendrá que armar la historia real y llegar a su propia conclusión.

En “Cazador de duendes” la característica principal es lo impactante del desenlace, comenzando con un salto temporal que presenta el protagonista y que le hace visitar a un neurobiólogo, ahí se enterará de lo que provoca esa “pérdida de memoria” y que tiene que ver incluso con la identidad del propio sujeto y un oscuro hecho del pasado.

Mismo resultado, con un final impactante tiene “Ginebra”, donde el protagonista trabaja en un conteiner como “Transformador”, apodo que lleva al dedicarse a transformar dinero en otras monedas y además, porque trabajaba frente a transformadores de la compañía. Conoceremos a Ginebra y el impacto que provoca su muerte, ya que en su reemplazo llega otra mujer que llevará sus demonios internos a ese lugar de trabajo.

Existe también el terror proyectado hacia el pasado, en “El ritual”, donde Miguel Araya siempre soñó con ser corredor de autos, pero terminó como vendedor de casas. Al recorrer una de aquellas residencias, una casona vieja, comienza a ver señales misteriosas que le traerán recuerdos de su infancia.

“El abrigo negro”, nos acerca a una leyenda propia de nuestras tierras, que es la leyenda del “cuero”, donde tiene el mismo tratamiento de atrocidades que puede cometer una piel que resulta ser una entidad perversa. Aquí la diferencia estará marcada por la procedencia del abrigo y los extraños personajes a quienes pertenecía.  

En el campo se puede encontrar imágenes horribles. En “Las moscas (II)” el protagonista es un niño con deformidades en su rostro y además algo ocurre con él que lo persiguen las moscas. El origen de aquel niño tiene que ver con una extraña historia familiar con un desenlace inesperado y muy oscuro.

Un relato excéntrico veremos en “Esa piel hermosa”, donde dos hermanas, Eugenia y María viven en una casa aprendiendo a ser unas buenas dueñas de casa. María tiene una obsesión por tener la piel igual a la de su madre. Para eso Eugenia le prepara extrañas comidas.

Otra excentricidad encontraremos en “Camaleones”, donde un chofer de micros con estrés laboral por turnos dobles, pelear con pasajeros, el tráfico, etc., ve grafiteros a quienes sigue buscando un plan que están tramando. Pero esos grafiteros no son normales, se trata de camaleones. 

Para concluir, el terror, lo demoniaco, lo que destroza la vida de dos personas proviene de un simple objeto, como puede ser “El libro”, el que posee una maldición, donde ni siquiera es necesario de leer, solo el hecho de estar presente en sus vidas las cambia en algo terrible, una vida maldita.

“Horror es humano” es un libro recomendable para quienes busquen relatos de terror de una manera distinta a la convencional en nuestro país, con un gran manejo de la tensión, jugando con el misterio y demostrando que el terror se puede manifestar de diversas formas, proveniente hasta de lo más insospechado. Es un terror muy sicológico el que presenta, jugando con nuestros estados de ánimo. Así podremos ser parte de estos relatos y dirigir nuestra imaginación hacia lo desconocido.

¿Dónde encontrarlo?

En distintas librerías del país. También se puede en la librería Trayecto Bookstore y en la página de la editorial:


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