Pablo
Pinto Canales, autor del libro “Silencio” (2013), sobre
cuentos de terror, presenta una nueva colección a través del libro “Horror es humano” (2019), publicado
por Áurea Ediciones. Este libro
sigue la misma senda que su primera obra, o sea cuentos sobrenaturales,
provenientes de escenas cotidianas, donde pronto ocurre algo inesperado, una
pesadilla para sus protagonistas y para nosotros los lectores.
La portada presenta el
trabajo de Chris Fattori, un genio en ilustraciones de terror, que ha realizado
muchos trabajos con autores de este género, donde se puede dar como ejemplo “La
maldición Forttia”, trabajando con Michel Deb. En esta ocasión presenta algo
similar, ya que, además de su portada, en el interior del libro podremos
disfrutar de una ilustración por cada relato de Pablo, así podremos tener una
imagen en nuestro cerebro del ambiente al cual estamos entrando.
Los que vamos a encontrar en
el libro son espacios muy bien equilibrados entre lo extraño y lo realista. Lo
real proviene de personajes basados en lo real, llevando una vida normal, en
ambientes normales, por lo general relatados en tercera persona, pero el autor
se encarga de dar a conocer hasta los pensamientos más profundos. Pronto en
cada relato comienzan a aparecer elementos terroríficos, mezclados con
problemas psicológicos o emocionales de cada uno de los personajes.
“Horror es humano” es un
libro corto, de 80 páginas, con 9 relatos que buscan sorprender, donde los
ingredientes de horror están sacados de cualquier situación cotidiana y es ahí
donde se debe destacar la imaginación que tiene Pablo, gracias a que toda su
vida la ha dedicado a la lectura y escritura de terror, logrando captar de
manera perfecta ese miedo a lo desconocido.
En algunas ocasiones los
relatos presentan a propósito ambigüedades, como no saber si lo que se relata
es real o un sueño. Es el caso de “La fiebre de los que mueren”, que comienza
con “…creo que son las seis o siete de la mañana, nunca sé muy bien la hora…”.
El protagonista tiene un trabajo de día y visita a personas en sueños y las
sana por la noche. Nos intenta mostrar lo que siente al llevar la fiebre de los
que mueren, la muerte de los que viven. De esta manera el propio lector
tendrá que armar la historia real y llegar a su propia conclusión.
En “Cazador de duendes” la
característica principal es lo impactante del desenlace, comenzando con un
salto temporal que presenta el protagonista y que le hace visitar a un
neurobiólogo, ahí se enterará de lo que provoca esa “pérdida de memoria” y que
tiene que ver incluso con la identidad del propio sujeto y un oscuro hecho del
pasado.
Mismo resultado, con un
final impactante tiene “Ginebra”, donde el protagonista trabaja en un conteiner
como “Transformador”, apodo que lleva al dedicarse a transformar dinero en
otras monedas y además, porque trabajaba frente a transformadores de la
compañía. Conoceremos a Ginebra y el impacto que provoca su muerte, ya que en
su reemplazo llega otra mujer que llevará sus demonios internos a ese lugar de
trabajo.
Existe también el terror
proyectado hacia el pasado, en “El ritual”, donde Miguel Araya siempre soñó con
ser corredor de autos, pero terminó como vendedor de casas. Al recorrer una de
aquellas residencias, una casona vieja, comienza a ver señales misteriosas que
le traerán recuerdos de su infancia.
“El abrigo negro”, nos
acerca a una leyenda propia de nuestras tierras, que es la leyenda del “cuero”,
donde tiene el mismo tratamiento de atrocidades que puede cometer una piel que
resulta ser una entidad perversa. Aquí la diferencia estará marcada por la
procedencia del abrigo y los extraños personajes a quienes
pertenecía.
En el campo se puede
encontrar imágenes horribles. En “Las moscas (II)” el protagonista es un niño con
deformidades en su rostro y además algo ocurre con él que lo persiguen las
moscas. El origen de aquel niño tiene que ver con una extraña historia familiar
con un desenlace inesperado y muy oscuro.
Un relato excéntrico veremos
en “Esa piel hermosa”, donde dos hermanas, Eugenia y María viven en una casa
aprendiendo a ser unas buenas dueñas de casa. María tiene una obsesión por
tener la piel igual a la de su madre. Para eso Eugenia le prepara extrañas
comidas.
Otra excentricidad
encontraremos en “Camaleones”, donde un chofer de micros con estrés laboral por
turnos dobles, pelear con pasajeros, el tráfico, etc., ve grafiteros a quienes
sigue buscando un plan que están tramando. Pero esos grafiteros no son
normales, se trata de camaleones.
Para concluir, el terror, lo
demoniaco, lo que destroza la vida de dos personas proviene de un simple
objeto, como puede ser “El libro”, el que posee una maldición, donde ni
siquiera es necesario de leer, solo el hecho de estar presente en sus vidas las
cambia en algo terrible, una vida maldita.
“Horror es humano” es un
libro recomendable para quienes busquen relatos de terror de una manera
distinta a la convencional en nuestro país, con un gran manejo de la tensión,
jugando con el misterio y demostrando que el terror se puede manifestar de
diversas formas, proveniente hasta de lo más insospechado. Es un terror muy
sicológico el que presenta, jugando con nuestros estados de ánimo. Así podremos
ser parte de estos relatos y dirigir nuestra imaginación hacia lo desconocido.
¿Dónde
encontrarlo?
En distintas librerías del
país. También se puede en la librería Trayecto Bookstore y en la página de la
editorial:
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