martes, 12 de febrero de 2019

Viviendo Entre Sarracenos



Connie Tapia Monroy, con un amplio trabajo literario, tanto en Chile como en países vecinos, nos presenta un espectacular poemario llamado “Viviendo entre sarracenos”, por Cathartes Ediciones. Su primer poemario fue presentado el año 2004, llamado “Agonía Profana”. Su segundo trabajo, dentro del mismo género, es “Viviendo Entre Sarracenos”, del año 2008 y que fue re-editado de manera más profesional el año 2018.

Con su maravillosa portada, ilustrada por Verónica Torocahua, artista peruana (en su Facebook pueden revisar su fantástico trabajo: https://www.facebook.com/veka.tc), quien muestra una versión de Fauno mujer, o tal vez se trata de su hermana Fauna, invitando de inmediato a viajar en una fantasía ritual, y estremecernos junto a cada línea de los poemas de su autora.

En lo personal, hace más de una década que no leía una obra de este género, por lo que leer los el trabajo de “Viviendo entre sarracenos” era un desafío para comprender de la mejor manera esta obra, que escapa de lo común, y quizás por lo mismo pude conectar tan bien. Mi experiencia es que estos poemas, que pueden considerados de terror, no son como una película o incluso una novela del mismo género (que provocan miedo), sino que son ideas, conceptos e imágenes de un momento, donde la poeta plantea de manera oscura “sentimientos”, dando para más de un significado o interpretación.

Hablar del contenido de esta obra queda muy bien explicado en el texto introductorio, llamado “Cuando el silencio se apoderó del cielo”, donde habla del tiempo circular que propone “vida-muerte-vida”, bajo la mirada de su autora. De esta manera, la lectura de los poemas mostrará claramente las distintas etapas de este ciclo y de la gente que va encontrando en su camino para determinar si se encuentra viva o muerta.

Cada poema refleja el desgarro que se presenta al llegar a la muerte, desconociendo de manera desesperada lo que viene y la ausencia de todo lo que la vida va dejando atrás, en especial el amor que se perderá, dejando un inmenso vacío al final de cada ciclo. Pero también hay un deseo de vivir y una profunda esperanza de dejar de ser invisible. El lenguaje utilizado puede pasar de la belleza de los sueños a una caída en un abismo lúgubre y solitario:

Extracto del poema “Fantasías”
“Soñar,
Continuar en la orilla de la playa
Mojando a ratos los pies descalzos,
Mirar el horizonte turquesa,
Besar, olvidar.”

Extracto del poema “Hoy”
“¿Alguien escucha mis gritos?
Te he dicho tantas veces
Sobre mi tristeza
Me siento sola en la oscuridad.”

Este poemario queda más que recomendado para todo el público, ya que la visión con respecto a la muerte que propone Connie puede ser leída por todos los amantes de la literatura, quienes van a encontrar versos muy intensos. Además, se debe destacar el trabajo de su autora, ya que son pocos quienes logran relacionar el terror con el verso y que logren provocar los sentimientos que les he mencionado.

Cuando uno lee “Viviendo entre sarracenos”, no encuentra personajes visibles, por lo que queda a libre interpretación del lector para determinar si se trata de una o varias protagonistas para cada poema. En mi caso, al leer el texto introductorio, identificaba cada poema con la misma protagonista, pero es cosa de interpretaciones.

Los poemas que nos presenta su autora, a pesar de estar contenidos en un libro de 55 páginas, se deben leer con tranquilidad, poniendo mucho cuidado en digerir muy bien cada poema, porque cada reflexión, el horror, sus oscuros escenarios, se encontraran en perfecta armonía con cada palabra puesta en el lugar oportuno de cada línea escrita.

Una perfecta mirada a lo desconocido, a la muerte, a lo cósmico, a flotar por los abismos en los que nadie puede entrar.

¿Cómo conseguirlo?

En la página de Cathartes Ediciones y su Facebook:


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