domingo, 3 de mayo de 2020

El oro de los Nazis



Título: Legado Mostacho: El oro de los Nazis
Año: 2019
Autor: Andrés Hernández
Editorial: Áurea Ediciones
Sello: VOZ
Edición General: Martín Muñoz Kaiser
Ilustración de portada: Felipe Montecinos
Corrección de textos: Rodrigo Muñoz Casaux
Diagramación: Martín Muñoz Kaiser
Número de páginas: 210


Un periodista apodado “El Gringo” es asesinado para silenciarlo, debido a que ha averiguado un crimen, que guarda relación con los colonos alemanes de la región Maule e integrantes del ejército chileno. 



Con toda esta adrenalina comienza el libro del escritor chileno Andrés Hernández, “Legado Mostacho: El oro de los Nazis”, publicado el 2019 por Áurea Ediciones. Su autor es creador de cortometrajes y ésta es su primera novela publicada, donde retrata el poder que tuvieron por décadas los nazis en nuestro propio país. En la portada ilustrada por Felipe Montecinos veremos esa mezcla de nazismo, con el fanatismo hacia la religión cristiana, la credibilidad de que la raza aria es superior, por parte de criminales de guerra nazis en nuestro país, y aquellos tractores marca Lanz, donde se habría escondido un tesoro alemán en Chile.


1960, Los hermanos Sandor y Soeren Pitts han llegado a Chile a cumplir una misión ordenada por un coronel alemán llamado Helmuth Ronteins. Al lugar donde se dirigen es Parral, donde se encuentran con una reunión en la que se revelan unos textos con símbolos cuneiformes, los que son de interés de Herbert Weiner, jerarca de la “Colonia Fraternidad”, quien se lo hace saber a un misterioso alemán mencionado como el “Amo Jadbet”.


Helmuth Ronteins también está en búsqueda de la mítica Isla Friendship, lugar donde se encuentran trabajando científicos, con una alta tecnología, que les permite experimentar en la sanación de personas que no han encontrado cura para sus problemas de salud. Esa es otra de las misiones encomendadas por el Amo Jadbet.


Los hermanos Pitts han llegado a Chile con el fin de ubicar unos tractores Lanz Bulldog, solicitado por Herbert Weiner, los que se encuentran en distintas partes del sur de nuestro país, en manos de colonos alemanes principalmente, quienes adquirieron aquellos tractores décadas atrás. Mientras, otros alemanes buscan descifrar el acertijo detrás de los símbolos cuneiformes sobre una antigua piedra.


La manera de proceder del jerarca alemán Herbert Weiner es lo que comienza a despertar la sospecha de los periodistas y colegas de “El Gringo”, los que trabajan para el diario El Parralino. De esta manera ellos van siguiendo las pistas dejadas por el periodista asesinado y relacionándolas con este líder de la Colonia Fraternidad, quien tiene un tremendo poder en la zona, apoyado por militares del ejército chileno.


La historia de Andrés Hernández también relata la búsqueda de parte del servicio secreto israelí, llamado Mossad, de criminales de guerra nazis, extendiendo aquella operación hacia nuestro país, con un brillante relato de este trabajo de inteligencia llevada a cabo en distintos países, y que revela la implicancia que tuvieron algunos organismos internacionales, como la Cruz Roja o la Iglesia Católica, en ocultar a aquellos miembros del ejército nazi, después de la Segunda Guerra Mundial.


“El oro de los Nazis” también relata sobre una operación llevada a cabo por parte del ejército chileno en Colombia, donde colaboraba con el tráfico de cocaína, en especial durante la década de los 60’, debido a que no existían carteles de drogas poderosos, como si comenzó a ocurrir durante la década de los 70’.


En definitiva, este libro corresponde a una investigación que realizan dos hermanos alemanes con el fin de ubicar un tesoro escondido en nuestro país, el que muchos consideran como una historia real, pero también se encarga de relatar el horror que ocurría dentro de la Colonia Dignidad, en especial lo realizado por el siniestro Paul Schäfer, con relatos muy crudos acerca de esa triste realidad, ejerciendo ese macabro poder con mucha displicencia por parte de los distintos gobernadores chilenos desde principio de los años sesenta.


El libro está ambientado en 1960 y al leer el título de la novela, da la impresión de que la historia se va a tratar únicamente sobre aquel mito que existe detrás del oro traído a Chile por algunos miembros del ejército nazi, oculto en tractores de la marca Lanz. Sin embargo, la atención principal será sobre lo ocurrido en esta “Colonia Fraternidad”, en el sentido de querer conocer la realidad de este lugar, el cual es muy certero por parte del autor. He leído que el relato es “demasiado crudo” por la descripción detallada de los acontecimientos vividos en ese lugar, pero para construir la historia se debe realizar conociendo la verdad de los sucesos ocurridos en nuestro territorio.


La descripción de los lugares resulta hermosa, por la manera de mostrar cada paisaje de nuestro país, tan bello, pero ocultando las atrocidades cometidas por criminales de guerra nazis. Además, existe una investigación por parte de los colegas periodistas del Gringo, que llena de adrenalina el libro, lo que, sumado al ocultismo nazi y las creencias religiosas, hacen que el libro sea realmente cautivante.

“El oro de los Nazis” es una novela, que va en la misma línea de Francisco Ortega, Carlos Basso, Alberto Rojas, entre otros, presentando una historia similar a las de Dan Brown, donde el misterio y la historia se unen para formar un espectacular relato, que podría continuar, con los mismos actores u otros, pero al permitir que podamos conocer aún más nuestra historia de una manera entretenida de leer, siempre será un tremendo aporte.


¿Dónde conseguirlo?


Pueden contactar a la editorial Áurea Ediciones en sus distintas redes sociales o a través de su catálogo en:



3 comentarios:

  1. este si es mi tipo de libro, genial reseña, lo buscaré

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  2. Hola!
    No lo conocía pero la temática me parece muy llamativa, me encantaría leerlo sin embargo estoy en modo ahorro así que no creo que pueda adquirirlo en un futuro muy cercano u.u
    Besooos

    Jocelyn | Blog Ave Lectora

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  3. Hola! La verdad que no suena nada, nada mal...
    Un besote!

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